La toxina botulínica es una sustancia que microparaliza los músculos deseados con el fin de dar una expresión más joven, reducir las llamadas “patas de gallina” las arrugas del entrecejo, frente o alrededor de los labios.

El procedimiento dura tan sólo unos pocos minutos y se realiza en el consultorio. Se le pedirá que arrugue algunas partes del rostro para identificar los músculos a corregir y se inyectará la sustancia con una finísima aguja.

De manera inmediata. No requiere ningún tipo de incapacidad.

Luego de 48 horas será evidente la acción de la toxina botulínica y se prolongará por 3 o 4 meses, al cabo de los cuales se repite el tratamiento. En muchos pacientes el efecto se vuelve permanente y no requieren más aplicaciones. Tu rostro recuperará de manera natural su lozanía y tersura.